Nos presentamos
Te damos la más cordial bienvenida a CORONAlatina,¹ tiendita online de antigüedades, obritas de arte, artesanías chéveres, objetos coleccionables en general y misceláneos en soldado. Y misceláneos, como bien sabes, significa ensalada de de todo un poco, como un mercadillo bien batiburrillo donde puedes encontrar desde un tornillo hasta un ladrillo, pasando por cerillos, pitillos y calzoncillos, todos casi nuevecillos. Hemos decidido poner a la venta todos nuestros tesoritos porque, como baby-boomers jubilados y próximos a la entrega oficial del equipo, de nada nos sirve atesorarlos si no podremos contrabandearlos pa’l otro lado, en el supuesto de que haya empíreo, Tártaro o Valhala.² No somos muy exigentes: preferimos una puta lucecita al final del hueco a la beatitud marrana del Nirvana, que no incluye chichis en el paquete. Y sin chichis, como es de público conocimiento, no hay paraíso.
Ya tenemos más de mil artículos a la venta en esta web, y al menos el doble en lista de espera para ser incorporado entre viaje y viaje, porque nos ha dado por el turisteo dentro de Gringolandia (donde vivimos) o p’afuera (ya fuimos a Europa, Perú y China, ahora nos tocan Israel y Egipto). Coopera y compra nuestras cosas bonitas, que pasajes y hoteles están carísimos. Si nos tratas de contactar y no nos encuentras, significa que estamos vaga-mundeando por la anatomía de la madre Gaia. De ser así, tennos paciencia y espéranos un tantito, que estaremos de vuelta apenas se nos acaben la resistencia, el sildenafil o la plata, lo que primero llegue. Te contactaremos apenas estemos de regreso de este viaje postrero, o te contactarán nuestros herederos de ser el viaje póstumo.
Como antes de abrir esta subpágina de ‘¿Quiénes somos?’ ya debes haber hojeado nuestra home page y/u³ otras subpáginas, ya debes haber notado que en CORONAlatina prescindimos del carrito, del botoncito de pago y/u/o demás ardites por el estilo ‒pese a que nuestro proveedor web nos los da‒, para que no nos confundas con esas webs híper mercantilistas que sólo buscan exprimir tu tarjeta de crédito (y si no la tienes, para eso se inventó PayPal). Habrás notado, también, que solemos saber más que los demás acerca de lo que vendemos, y eso se debe a que lo que vendemos es nuestro (heredado, obsequiado, comprado y/u/o “adoptado” cuando nos pareció huérfano de cariño), y si carecía de pedigrí era investigado prolijamente antes de incorporarse a una de nuestras incontables colecciones o de ser digno de ingresar a una de nuestras abigarradas exhibiciones en vitrinas, libreros, paredes, estantes, alféizares, mesas, plataformas, descansos de escaleras, nichos de muros y cuanto plano horizontal se preste para contener / sostener / exponer nuestros tesoritos. Habrás notado, además, que solemos vender más barato que los demás, a veces con devastadoras consecuencia para el miocardio y solaz del tuyocardio, porque queremos ser tu mejor opción. Habrás notado, en penúltimo lugar, que las féminas ocupan un lugar prepon-
derante iluminando nuestras páginas: eso no es cosificación decorativa ‒de lo que nos ha acusado alguna feminista obtusa‒, sino sumisa devoción a la obra suprema de la Gran Madre,4 hecha a su imagen y semejanza y por tanto dotada de divinos atributos que deben ser manifestados en toda su Gloria. Habrás notado, final-mente, que te tuteamos y te tratamos cariñosamente de mangurrián, fuñique, zullen-co(a), gandumbas, zangandon-go(a) y más cumplidos por el estilo porque queremos entrar en confianza y ser tus cuates. Para ello nos presentamos y nos identificamos:
Janet & Lelio Pacciardi, cubanita y etrus- co5 (italianazo), respectivamente
475 Enchanted Oak, New Braunfels, TX 78132
Tels. (951) 490 9911, (951) 651 2214
Correo electrónico: info@coronalatina.com
Presentada una de las partes (nosotros), es nuestro deseo conocerte y confiar en ti, y puedes contactarnos por teléfono o por correo electrónico. Si vives en el área del Inland Empire y zonas circunvecinas, también nos puedes visitar previa llamada telefónica para confirmarte que todavía estamos vivos, que tenemos lo que buscas y que te esperaremos en casa, a menos que estemos turisteando por allá o por acullá. Si escribes a nuestro email o nos ‘texteas’, nos reservamos el derecho de identificarte fuera de toda duda razonable a fin de evitar incómodos contratiempos como el collage de chequecitos que aparece en nuestra home page ‒más falsos que las nalgas de la Kardashian‒, con los que pretendieron comprarnos algunas cositas.
Para mejor entendernos, hablamos castellano, cubano, mexicano, argentino, italiano y spanglish. A fuerzas, tam-
bién un poquito de la lengua de Chéspier, por lo que nos perdonarás los peque-ños gazapos que puedan deslizarse en las descripciones en inglés de nuestros artículos. Para mejor entendernos, también, te invitamos a que conozcas cómo nego-ciamos nuestras cosi-tas leyendo nuestra ‘Política de ventas’ que aparece en nuestra página principal y que duplicamos en la N. de la R. a modo de P.S. (que debes N.B.) que encontrarás más abajo, inmediatamente des-pués de las notas al pie de página o NN.P.P.
Dicho lo dicho, y ya que nos conoces, te invitamos a que conoz-cas lo que ya tenemos a la venta pinchando los botones de la columna izquierda, y a que no dejes de hacerlo con regular periodicidad, porque día a día subimos a nuestra web más cosas bonitas a fin de CORONAlatina sea de tu agrado y satisfaga tus expectativas.
Sean bienvenidos y bienvenidas, visitantos y visitantas
(fmdo.)
ItalyCuba
¹Muchos nos preguntan el porqué del nombrecito de nuestra web, CORONAlatina, y por lo regular abreviamos con nuestra explicación corta que esa denominación obedece a nuestra voluntad de encumbrarnos, enmitrarnos y/u/o coronarnos entre las webs en español dedicadas a la venta de objetos antiguos, raros, artísticos y/u/o coleccionables (las estadísticas demuestran que nos coronaremos antes que Carlos y Camila). La versión larga acerca del origen de nuestro nombre es tan prosaica que te la vamos a hacer corta pa’no jeringarte: entre 2008-13 fuimos una revista mensual de papel (que puedes leer aquí) que inicialmente servía a la comunidad de Corona, en California. Al crecer y extendernos hacia otras ciudades (Norco, Jurupa Valley, Riverside), parir la publicación se fue volviendo cada día más chinche mientras la inminente menopausia revisteril nos apremiaba al retiro. Nos jubilamos, cerramos la revista física y nos quedamos con su versión espiritual, que transformamos en una web de cine (2014-15). Mas resulta que esta última también nos daba un trabajo del carajo ‒y sin lidocaína ni epidural‒, por lo que nos reinventamos como la tiendita online que estás visitando y que se llama como se llama porque así se llamó la revista de papel. Capisci?
²Con 72 geishas per cápita para los caballeros y no se sabe bien cuántos «muchachos como perlas ocultas» para las damitas (el Profeta, muy comedido, no fue muy preciso al respecto, así como no aclaró si los susodichos renuevan eternamente su castidad post ñanga-ñanga como su contraparte valkiria, que regenera a diario su doncellez).
³Muchos(as) visitantos(as) nos reprochan el empleo del y/o porque, según la RAEL,* es indebido. En alguna parte de esta web ‒no recordamos dónde ni cuándo ni a santo de qué lo hicimos‒ demostramos que su uso es correctísimo y que los vejetes de la RAEL saben ná.
4Tiamat, Asera, Astarté, Uni, Gaia, Durga, Cibeles, Umai, Anann, Nerthus, Amalur, Ñuke Mapu, Pachamama, Coatlicue, Tonantzin, Atabey y más matres magnum hacia las que profesamos, con el perdón de doña María, nuestra más devota hiperdulía
5Los etruscos, para que te enteres, somos los papás de toditos los italianos ‒ADN mitocontrial dixit‒, empezando por los rústicos romanos, a los que precedimos en la Historia por una pila de siglos, les pusimos un montón de
reyes con derecho de pernada para mejorar la raza, y les enseñamos a bañarse y a vestir toga en vez de taparrabos. También de Etruria (la actual Toscana y buena tajada de Italia) aprendieron los rollitos de las legiones, los gladiadores, las bacanales, la arquitectura (cúpula, arco, alcantarillado) y cuchumil rollitos más. Lo que los brutos romanos nunca aprendieron es a respetar a las mujeres, que en Etruria eran una dami-tas bien pelanduscas. Sangre toscana y por ende etrusca corrió por las venas de los más grandes artistas, literatos, científicos y pensadores de todos los tiempos, e incluso de la familia Buonaparte, originaria de San Miniato (Pisa), que se mudó a la también etrusca Córcega para ponerles un emperador a los franceses y a media Europa. Etruscos son, por último, el 90% de los motivos decorativos de esta subpágina.
*Y encima de que saben ná, son tan arrogantes que acaparan para sí la españolidad ninguneando a las demás academias reales, más de treinta y por lo visto toditas alienígenas.
N. de la R.
Políticas de venta
Plís, lee atentamente nuestras políticas de venta antes de comprar (son muy pocas, claras y simples; cuando nos compras algo, daremos por supuesto que las has leído, entendido y aceptado):
1) Los productos a la venta son usados a menos que se especifique lo contrario.
2) Sus prolijas descripciones son complementadas con suficientes fotografías para que tengas una clara idea de lo que vas a recibir (sólo retocamos claroscuros cuando un contraste evidencia mejor los detalles).
3) Una vez pagado el artículo como indicado en el punto 5), el pedido será despachado a la dirección que nos proporciones en un plazo no mayor de tres días hábiles, será embalado con extremo cuidado y te será enviado por el medio más económico a menos que solicites seguro, papel de regalo, servicio de paquetería de lujo, etc. (Te sugerimos comprar varios artículos a la vez: esto abarata el transporte.)
A la der., el altorrelieve de los Caballos alados de Tarquinia (s IV ac)
4) El producto llegará a tus manos tal como está descrito en su respectiva reseña y como aparece en las fotografías (de no ser así, y sólo en este caso, aceptaremos devoluciones).
5) Puedes pagarnos con cheque o con PayPal el importe del(de los) artículo(os) que deseas, más el respectivo transporte. En el primer caso, tu cheque deberá ser acreditado antes de que procedamos al envío. Aceptamos pedidos desde fuera de EEUU, aunque te advertimos que en estos casos el flete puede ser bastante oneroso.
6) Si cometemos un error consignando origen, antigüedad o precio de un artículo, y lo detectas, no dudes en contactarnos para hacérnoslo saber y hacer las correcciones del caso en nuestro sitio.
7) Si no hablas español o italiano, te sugerimos que a la hora chingüengüenchona (o sea, la de pagar) uses un intérprete para evitar el mínimo malentendido. (Cualquier disputa a raíz del incumplimiento de estas políticas será mediada y dictaminada inapelablemente por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya.)